Creatividad sobre las cuerdas

*El luchador Espíritu Celeste combina los saltos y llaves, con el arte de crear figuras en miniatura del pancracio

Nadia Carrión

Minatitlán, Ver.- Dentro del cuadrilátero, Espíritu Celeste se lanza desde la cuerdas para entretener al respetable; fuera del cuadrilátero, se cambia la careta por la de un artesano y crea un diminuto mundo de la lucha libre.

Con la lucha libre, dice el hombre nacido en Cosoleacaque, busca sacar sonrisas,  alegrías y emociones; y como artista custom generar emociones en las personas que ven sus creaciones.

“Cómo luchador profesional me gusta poder plasmar un luchador, un ídolo en una pequeña pieza. Me llena de alegría, emoción y satisfacción porque cada pieza es única y representa mucho para mí”, afirma.

Con pinturas acrílicas, pinceles, plastilinas epóxicas y lacas, Espíritu Celeste logra moldear luchadores en miniatura de colores vivos; pequeños cuadriláteros y pinturas.

Creció admirando al gran rudo L.A Parka  y con 25 años, lleva una década en el cuadrilátero. La pandemia le obligó a diversificar:  luchador profesional, asesor inmobiliario y artesano.

Desde pequeño desarrolló su habilidad para dibujar y ahora lleva aproximadamente un año realizando sus piezas. El tiempo de creación de las piezas varía dependiendo del diseño y el tamaño, un diseño básico y sencillo aproximadamente de 14 centímetros, lo realiza en una o dos horas.

El nombre de Espíritu Celestial surgió gracias sus creencias religiosas. Creé fielmente en la existencia de un ser supremo y amante del color azul.

“Los trabajos que me marcaron fueron los primeros: mi personaje Espíritu Celestial, y la de Zacut”, afirma.

Zacut fue su amuleto y entonces le llovieron pedidos de sus compañeros de cuadrilátero.

La lucha libre le ha brindado grandes satisfacciones, lo ha llevado a recorrer gran parte de la república e interactuar con el público.

“La lucha libre es muy importante para mí el poder sacar la sonrisa, alegrías, emociones de la gente con mi trabajo. Cada lance, cada lleve, cada castigo es algo que me llena”, afirma.

Ha sufrido múltiples lesiones,  la más grave fractura de fémur, que le llevaron a recibir un clavo intramuscular, cuatro tornillos y un alambre; hoy su pasión sigue siendo la lucha libre, con un ingrediente extra: arte.

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